that man lovesWhen God enters the world, he sets men in movement. Or rather, let us say, he gets with a movement already underway. He becomes a brother on the journey, so truly one of us as to know at bone and heart and marrow all the the perplexity and pain, that darkness and setbacks and fits and starts of the human march. Later, much later, (and then only for a time), comes the single big word to burden our faith: resurrection. The world is perhaps too large for men today to cope with. We say "yes" to it as best we can and turn again in our unrisen flesh and minds, to the unfinished business of living. D. Berriganour personal life is as full of grief and private torment as a clown's is always said to be.

ese hombre ama

Cuando Dios entra en el mundo, pone a los hombres en movimiento. O más bien, digamos, se pone en marcha con un movimiento que ya está en marcha. Se convierte en un hermano en el viaje, tan verdaderamente uno de nosotros que conoce en los huesos, el corazón y la médula toda la perplejidad y el dolor, esa oscuridad y los contratiempos y los ataques y los comienzos de la marcha humana. Más tarde, mucho más tarde, (y sólo por un tiempo), llega la única gran palabra para cargar nuestra fe: resurrección. El mundo es quizás demasiado grande para que los hombres de hoy lo enfrenten. Decimos "sí" a ella lo mejor que podemos y volvemos de nuevo, en nuestra carne y mente no resucitadas, a la tarea inconclusa de vivir. D. Berrigan

nuestra vida personal está tan llena de dolor y tormento privado como siempre se dice que está la de un payaso.