Our response to the spirit of life is itself a living and dynamic progress, a continual attunement to all the "syllables of the great song." Our violence and the destructiveness come from the fact that we cling madly to a single syllable, and thus wish the whole song to stop dead while we enjoy what we imagine is final and absolute. But the "most wise singer" is not singing for ourselves alone and we must accept the fact that some of his notes are for others and seemingly "against us." We must not reach destructively against the notes we do not like. We must learn to respond not to this or that syllable, but to sing the whole song.
Merton

it is our earnest wish that the United Nations Organization--in its structure and its means--may become ever more equal to the magnitude and nobility of its task. May the day soon come when every human being will find there in an effective safeguard for the rights which derive directly from his dignity as a person, and which are therefore universal, inviolate and inalienable rights. This is all the more to be hoped for since all human beings, as they take an ever more active part in the public life of their own political communities, and showing an increasing interest in the affairs of all peoples, and are becoming more consciously aware that they are living members of a universal family of mankind.
John XXIII

Air Conditioner workpower

Nuestra respuesta al espíritu de vida es en sí misma un progreso vivo y dinámico, una sintonía continua con todas las "sílabas del gran cántico". Nuestra violencia y destructividad provienen del hecho de que nos aferramos locamente a una sola sílaba, y así deseamos que toda la canción se detenga en seco mientras disfrutamos de lo que imaginamos es final y absoluto. Pero el "cantante más sabio" no está cantando solo para nosotros y debemos aceptar el hecho de que algunas de sus notas son para otros y aparentemente "en contra nuestra". No debemos alcanzar destructivamente las notas que no nos gustan. Debemos aprender a responder no a tal o cual sílaba, sino a cantar toda la canción.
Merton

Nuestro más sincero deseo es que la Organización de las Naciones Unidas, en su estructura y sus medios, esté cada vez más a la altura de la magnitud y la nobleza de su tarea. Que llegue pronto el día en que todo ser humano encuentre en él una salvaguardia efectiva de los derechos que derivan directamente de su dignidad de persona y que, por tanto, son derechos universales, inviolables e inalienables. Esto es tanto más esperable cuanto que todos los seres humanos, que participan cada vez más activamente en la vida pública de sus propias comunidades políticas, muestran un creciente interés por los asuntos de todos los pueblos y son cada vez más conscientes que son miembros vivos de una familia universal de la humanidad.
Juan XXIII

Potencia de trabajo del aire acondicionado